"EL GATEAO" autentico clasico de todos los tiempos, en esta oportunidad interpretado por su autor el acordeonista Curuzucuateño DON RAMON ESTIGARRIBIA, EL YAGUARETE DE LAS SELVAS CORRENTINAS.

DON RAMON ESTIGARRIBIA (1910 - 1971) acordenista y compositor.

Datos artisticos :
Creador nato –de una escuela bien campiriña- del sentir del correntino y a la que siguieron otros músicos- como Tarragó Ros donde el ritmo que impera por doquier- diría exclusivamente para bailar. Es la típica polka correntina de la década del 20, a la que fueron adeptos músicos nacidos por la zona de Uruguay donde su centro fue Curuzú Cuatiá.
Apenas con 17 años Ramón Estigarribia llega a Buenos Aires el 17 de Mayo de 1927. Llega con sus sueños de músico intuitivo, auténtico pero...la gran ciudad es indiferente de las manifestaciones folklóricas del interior del país, como fue siempre. La escuela liberal –la que tanto daño nos ha hecho desde siempre- solo le interesa el signo monetario. Las expresiones culturales del pueblo no le interesa. Por otra parte, por esos años, en Buenos Aires la música correntina era totalmente desconocida.
Ramón Estigarribia y Emilio Chamorro fueron pioneros del arte nativo del Taragüi en la gran capital del sur.
Hacia 1927-1928 fueron conjuntos paraguayos quienes consiguen grabar su música: Francisco Lozano lo hace en R.C.A. Víctor.
Luego se suma don Herminio Giménez y posteriormente hacia 1929, Samuel Aguayo.
Bailes familiares, cafetines del barrio de la Boca y conventillos de ese barrio porteño junto al puerto, fueron los lugares donde pudo hacer escuchar su música este creativo. Había uno famoso que regenteaba Albino Ramírez quien comenzó a realizar bailes populares por los años 30. En ese conventillo –donde llegaron músicos de distintas
nacionalidades- se encontraron una noche Ramón Estigarribia y don Emilio Chamorro– que hicieron escuchar a los concurrentes las típicas polkitas correntinas de ese entonces como así también, los valseados y los purajhei. La concurrencia provinciana era masiva en ese inolvidable conventillo de la calle Irala.
Ramón Estigarribia "Yaguareté de las selvas correntinas", mote que le viene de su pueblo natal, por cuanto desde niño, Ramón se internaba en los montes e islas de la zona que lo vio nacer. Por ello los vecinos comenzaron a llamarlo así. Tan solo 5 años tenía Estigarribia, cuando comenzó a ejecutar la típica dos hileras, la auténtica “verdulera” –de la que llegó a tener perfecto dominio y le adosó su alma profundamente enamorada de la polka correntina, la expresión folklórica creada en el Taragüi hacia 1870.
Toda la virtud del talento, toda la grandeza espiritual del arte nativo correntino esta en él, y sus creaciones e interpretaciones producen efectos maravillosos de emoción y de remembranzas. Se codeó –desde siempre- con los grandes talentos del arte nativo. Así Cocomarola, Adolfo Barboza, Pascasio Enríquez, Emilio Chamorro, "Poli" Benítez, Samuel Claus y muchos otros compartieron alguna vez agrupaciones que enaltecieron la música correntina.
En las melodías rítmicas del "Yaguareté" del que Tarragó Ros fue simplemente un continuador de ese estilo campero, que nace del corazón y del alma de Ramón Estigarribia, hay pasajes de espíritus; son figuras las que viven en cada estrofa musical, en cada poesía... Y esas figuras adquieren magnificencias en la decoración de imágenes musicales, que brotan de la escuela del "Yaguareté". Fue un modelista fastuoso, decorador maravilloso que engalanó la típica polka correntina, creada por el campiriño, del espíritu del paisano correntino, sencilla pero profundamente humana.
Fue un ser humano excepcional, generoso, amplio, sin egoísmo alguno, y supo señalar a muchos como se debe ejecutar la música correntina a través de la polka del Taragüi. (datos Fundacion Memoria del Chamame)