Hace unos días Héctor me habló para decirme que no ajustó la construcción del gallinero con los 50 mil pesos que le entregue en la visita anterior. La razón por la que no ajustó fue porque tuvo que agarrar dinero para unas deudas que tenía, así como para “el chivo”. Más que molestarme, esta situación me preocupa. Creo que es una irresponsabilidad muy grande sacarle dinero a un negocio que todavía no existe, esa es la principal causa por la que los negocios quebran.
Las cosas van muy avanzadas y no podemos parar, no queda más que salir adelante por al menos un año.