Repaso de la prensa diaria con Alsina 09/05/2024: Del triunfo del Madrid a las elecciones catalanas
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 Published On May 9, 2024

Cada mañana, Carlos Alsina realiza un repaso de las noticias del día a través de los titulares de los principales periódicos nacionales e internacionales.

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Gracias a que el Madrid doblegó anoche al Bayern aprendo palabras nuevas. En la plaza de los Sagrados Corazones, leo en El Mundo, se vivió ayer la mayor busiana de la historia. La busiana es gente recibiendo un autocar cuando dentro del autocar van futbolistas y la gente que los aclama son sus seguidores. Para meter presión a los alemanes, leo en El Confidencial, la afición desplegó un tifo espectacular e imponente. El tifo es lo que hacen los espectadores del estadio con cartulinas y pancartas. Sólo se usa en España y tiene el mismo origen etimológico que tifosi, o sea, los hinchas, que es el plural de tifoso, o sea tanto los hinchas como los enfermos de tifus.

La Vanguardia le hace un hueco más bien pequeño a la victoria el Madrid, aunque no tan pequeño como El Periódico, que no lo lleva, y lo hace coincidir con el aniversario de la novena sinfonía de Beethoven, todo conduce a Europa. La prensa deportiva catalana elige palabras como polémica y escándalo, ‘siempre lo mismo’, dice ‘El deportivo’. ‘El Mundo Deportivo’ admite que hubo épica. En Madrid, el As habla de milagro y el Marca canta por Joselu. ¿Título? Joselu de mi vida.

En la prensa de papel, que también es digital aunque el presidente discrimine, presión al Madrid para que remate la temporada. Dicen La Razón y El Mundo: ‘A por la decimoquinta’. Escribe Jabois en El País, desde la ecuanimidad que tiene acreditada en esta materia, que el Madrid, ‘con la fe que se hereda como se heredan las enfermedades insólitas, la enfermedad de ganar, volvió a hacer de sus minutos finales una obra de arte’.

Tendrá que agradecerle Rubiales a la champions que lo suyo quede relegado a asunto secundario en las páginas de los diarios. Y lo suyo es que el juez lo procesa por agresión sexual a Jenni Hermoso.

Aunque los protagoistas hoy en la prensa, fútbol aparte, vuelven a ser Illa y el fiscal general de Estado, cada uno por su lado.

Con el fiscal general hace un juego de palabras Peridis en su viñeta: lo dibuja exclamando ‘yo, recuso’, a lo Zola pero con erre. Fue El Independiente quien adelantó ayer --al césar lo que de Irene-- que García Ortiz recusaría a los jueces del Supremo que tienen que decidir sobre la denuncia contra su nombramiento. La Razón dice que hay estupor en el Supremo porque ve al fiscal sumándose a la tesis del lawfare. ‘Perplejidad’, elige El Confidencial, ‘jueces del alto tribunal dicen que actúa como Puigdemont’. Para el Supremo, actuar como Puigdemont es de lo peor que uno puede hacer. Al Abc lo que le parece relevante es que ninguno de los socios del PSOE apoyara a García Ortiz en el Senado. Y a El País, que el PP y Vox hayan puesto en marcha una cacería, así la llama, apoyada en seis mentiras --por ejemplo, que cuando fue el fiscal del Prestige quiso empurar a todo el PP-- y dos nombramientos anulados por el Supremo, que estos son muy de verdad: los nombramientos y las anulaciones.

Campaña electoral catalana.

En El Periódico hacen esto tan embarazoso de ponerle al candidato un delantal y decirle que cocine. Sólo en esto, doy como ganador a Aragonés, que sabe lo que se hace. Salvador Illa se marca una ensalada con tomate y pipas en la que lo más elaborado es dorar las pipas. Cocinar, admite que no cocina. Algún día aspira a cultivar un huerto como su abuelo payés.

Cuentan las crónicas que todos los partidos, salvo el PP y Vox, han firmado un compromiso para no aceptar los votos de Alianza Catalana en una investidura. Me pregunto cómo se hace para no aceptar los votos, perfectamente válidos, de unos diputados. Una cosa es que no negocies ni pactes con ellos y otra que no te puedan votar si les da la gana. Escribe Martí Blanch en La Vanguardia que los cordones sanitarios, como los cinturones de castidad, no funcionan porque llegan cuando una parte significativa del cuerpo social ha dejado de creer en la virginidad.

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