Levántate y anda
Por Dr. Martyn Lloyd-Jones
“Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.” Hechos 3:6-8
Me gustaría llamar su atención esta noche sobre ese gran incidente registrado en el tercer capítulo del libro de los Hechos de los Apóstoles, que leímos juntos al principio. El relato, el incidente de la sanidad y la resurrección de ese hombre impotente en la puerta hermosa del templo por los Apóstoles Pedro y Juan. Rara vez quiero comentar todo el incidente, pero si les agrada un texto en particular, bien podríamos tomar el sexto versículo.

Entonces Pedro dijo: «No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda». Ahora tengo varias razones para llamar la atención sobre este conocido y familiar incidente esta noche. Una de ellas es que, en realidad, es una de las primeras imágenes que se nos presenta en este libro de los Hechos de la Iglesia Cristiana en acción. La iglesia, en cierto sentido, llegó a existir el día de Pentecostés. Por supuesto, había existido antes, pero en este nuevo sentido había llegado a existir entonces. Pedro, sé que predicó en el día de Pentecostés mismo.

Pero aquí, en cierto sentido, también es una de las primeras imágenes que tenemos de la iglesia en acción. Y es bueno para nosotros, así en el primer domingo noche de un nuevo año, mirar hacia el principio. Siempre es bueno volver a los orígenes y a los comienzos.

Una de las mayores causas de problemas en la vida, creo, es que todos tendemos a olvidar los inicios. Nos sumergimos y nos involucramos en implicaciones y consecuencias de tal manera que a menudo perdemos por completo la conexión con los orígenes y con los principios. Deliberadamente vuelvo esta noche a esta imagen de uno de los primeros ejemplos de la Iglesia Cristiana en acción. Porque aquí también se nos da una enseñanza muy clara sobre cuál es en realidad la función de la Iglesia Cristiana. Ahora hay mucha confusión al respecto. No creo que nadie dispute esa afirmación, esa proposición. Y, por lo tanto, siempre es esencial que sepamos cuál es la verdadera, la función primaria de la Iglesia Cristiana. Y aquí veremos eso muy claramente. Pero sobre todo llamo su atención sobre este incidente esta noche.